MONTSEC ULTRA TRAIL
El sábado despertó pronto, a eso de las tres de la mañana Jose y un servidor ya andábamos liados en nuestras respectivas cocinas, intentando darle algo de comer al cuerpo porque decir que estábamos desayunando, a esa hora, es un pecado.
Antes de las cuatro la carretera era compañera nuestra hasta Àger, dos horas y media de camino, con tiempo hasta de estirarnos en el coche y incluso poder cerrar los ojos unos minutos.
A eso de las siete, con una húmeda niebla encima, recogemos los dorsales y en el bar del camping nos tomamos un cafe con leche con un bocadillo que será nuestro tentempié hasta que empecemos a llenar la barriga de isotónicos, geles, barritas, frutas, frutos secos...
Nos encontramos con Antonio Morales, vecino de Mataró de toda la vida y residente en Bellvís, a 40 minutos de Àger, reprimenda por no habernos quedado a dormir en su casa...que buen tipo!
Media hora después, con todo ya preparado salimos a buscar la Colegiata, lugar desde donde da comienzo la Ultra y la Marató del Montsec, la niebla todavía merodea el pueblo, y esperando la salida paso un poco de frío, sólo espero que sea el fresco de la mañana, porque si con algo no cuento es con temperaturas bajas en carrera.
Hacemos alguna foto de última hora y con la familia en mente nos dirigimos al arco de salida, respiración honda, mirada cómplice con Jose y a la octava campanada de la Colegiata todos en marcha!
Los primeros 9 kilómetros son de retener bastante el ritmo, poco desnivel, pista ancha y muchas ganas son un peligro y hay que evitar correr mucho, llegamos al primer avituallamiento (58:34) cantamos el numero de dorsal y seguimos...
Los siguientes 11 kilómetros ya vienen con 500 metros positivos, una primera subida que nos regala a la vista el primer paisaje espectacular con un mar de nubes en plena montaña.
Pasamos por el Congost de Mont-Rebei (se merece una excursión en familia que pronto haremos) y llegamos al Pont Penjat (2:21:16). Acto seguido nos esperan los puntos de Alsamora y Coll d'Ares, 15 kilómetros y +1420m que nos ponen firmes a todos y hace la primera selección, aún compartimos carrera con la maratón y vamos avanzando corredores sin forzar el ritmo, ni siquiera hemos llegado al ecuador de la carrera y hay que guardar la ropa...
Llegamos a Coll d'Ares (4:56:23), aquí nos despedimos de la maratón y nos cantan la posición tercero y cuarto de la Ultra! "Has escuchado Sergi?, no Jose, no quiero escucharlo!"
Este es quizás el único tramo de la carrera donde se ha hecho notar el calor, vamos solos, sin poder atisbar al segundo y mucho menos al primero, que ya lleva mucha ventaja acumulada. De Coll d'Ares a Coll de St Miquel nos espera un primer tramo de recuperación para acto seguido atacar un desnivel de -988m con mucha piedra suelta, aquí mi cuerpo da de bruces contra el suelo, nada importarte, solo el golpe y alguna magulladura, Jose tiene que aguantar el primero de mis enfados. "por dios cuando se acaba la maldita bajada!".
Coll de St. Miquel (6:27:41) es el quinto control, nos proveemos de agua y aquarius y damos buena cuenta de la sandia, nos dicen que el segundo nos ha visto, que lo tenemos a tiro, pero nosotros a lo nuestro.
Los próximos diez kilómetros son de tregua, cosa que nuestras piernas agradecen, aunque a ratos nos hemos de llamar la atención para no pasarnos de la raya, sin mucha alegría ya que pasamos los 2700 metros positivos y la cosa no esta para tirar cohetes.
Llegamos a Llac Terradets a las cuatro y media de la tarde, algo descentrados, no nos cuadran los kilómetros, vamos sin agua en los botellines y no llegamos nunca al sexto control, para compensar el desconcierto aquí se hace el avituallamiento sólido y tenemos la bolsa de recambio, nos va genial para arreglarnos los pies (las ampollas hacen acto de presencia, sobre todo se han cebado con Jose que tiene la planta del pie derecho hecha un poema!), calcetines limpios, plato de pasta y otra vez a correr, el segundo clasificado estaba en el avituallamiento cuando hemos llegado, y por detrás han llegado el 5º, que apenas a parado y ha salido como una exhalación y el 6º que dejamos atrás.
Ahora toca afrontar el Tourmalet de la Ultra, aquí se decide quien acaba y quien no, 10 kilómetros y casi 1100 de desnivel positivo con unas cien curvas (no es broma) tras mas de 10 horas de carrera pasan factura, hay momentos para todo, hemos sufrido subiendo, los silencios nos delataban, pero también hemos reído, alguna broma nos ponía otra vez las pilas, y así llegamos al septimo control en Miralpallars, han sido 2h20', sorprendemos al segundo y tercer clasificado en el avituallamiento, y en cuanto nos ven corren como si hubieran visto al diablo!
Aquí nos atiende David Carrasco (Kako), corredor de montaña recién llegado del Tor des Geants (352 km, +25000m en 91 horas), intercambiamos unas palabras con él, nos avituallamos y iniciamos un descenso de mas de 700 metros, los dos corredores que van delante vuelan bajando, nosotros no queremos sorpresas desagradables y vamos a asegurar llegar abajo de una pieza, así llegamos a Ermita St. Sebastià, noveno control, mas de once horas y media de carrera, pero un sandwich de nutella que nos da la vida nos pone en marcha, empieza a caer el sol, nos colocamos el frontal y vamos buscando ya el km 84, ahora tocamos pista, las piernas ya van solas, la fatiga y el cansancio están, pero el cuerpo no lo nota y van cayendo los kilómetros, poco antes de las 13 horas de carrera llegamos al control numero 10, un vaso de caldo para meter algo caliente al cuerpo (la verdad es que estaba hirviendo), un voluntario que nos dice que la meta está en el km 108 (casi me da un patatus) y salimos en estampida antes de que nos den mas malas noticias.
La noche ya es cerrada y el camino es mas agreste, llegamos a un punto donde nos paramos en seco, no hay señales, solo un zona de tierra, parecida a un cultivo sin señal de cintas por ningún sitio, cada uno por un lado buscamos: "Jose! es por aquí!", madre mía, que mal me oriento, las señales son las del camino que acabamos de hacer, Jose se parte de la risa (si Angel estuviera aquí me mataba) y así encuentra las cintas en la tierra, hay que atravesar campo a través, ahora ya no es muy agradable correr, esta ultima parte se me esta atravesando, Jose física y mentalmente es muy fuerte, con los pies en un estado lamentable sigue adelante sin soltar una queja, yo en cambio parezco un crío, todo me molesta.
En poco mas de dos horas llegamos a un pueblo, ilusos nosotros pensamos que es Àger, incluso en un atisbo de alucinación mental pasajera vemos la Colegiata, "Sergi llama a Ana y dile que ya llegamos!", me espero a comprobar que estamos en Àger, y buscando otra vez la cinta a seguir me topo con una señal a la entrada del pueblo: ATMELLA DEL MONTSEC, ya no sabemos si reír, llorar, gritar... a la salida del pueblo encontramos el último control, le contamos la anécdota, al menos les parece divertida, nos quedan los últimos siete kilómetros de carrera y nos parece un mundo!
Cincuenta minutos nos separan de Ana, de Mari, de Hugo... 50 minutos intentando no perder los nervios, las cintas no aparecen, algunas parecen medio arrancadas, la noche y la fatiga hacen mella, pero que tipo de desaprensivo se dedica a quitar las señales del camino?
Al final todo llega, de repente estamos bordeando el camping donde está situada la meta, intento llamar a Ana para decirle que ya llegamos, pero la tengo delante, a escasos metros, con Hugo, con los ojos abiertos como platos, esperando pacientemente a que su padre llegue, acaba de terminar una locura, bendita locura! Le doy un beso a Ana y cojo a Hugo de la mano sin perder de vista a Jose, abrazado por Mari. Entramos los tres a meta, Antonio nos esta esperando, os dije que era un buen tipo?
Dicen que la cara es el espejo del alma, y yo me quedo con nuestro rostro de felicidad tras mas de 15 horas por la montaña, ha sido una experiencia increíble, con un compañero de aventura excelente, el mejor que podía tener, apetece repetir, Bastions es una espinita clavada, Jose tienes algo mejor que hacer?
Ana, otra mas, lo has vuelto a hacer, te vuelcas en mis aventuras como si fueran tuyas, has conducido mas de 400 kilómetros para estar conmigo, en cierta manera te envidio, eres muy generosa, eres lo mejor que me podía pasar.
Antes de las cuatro la carretera era compañera nuestra hasta Àger, dos horas y media de camino, con tiempo hasta de estirarnos en el coche y incluso poder cerrar los ojos unos minutos.
A eso de las siete, con una húmeda niebla encima, recogemos los dorsales y en el bar del camping nos tomamos un cafe con leche con un bocadillo que será nuestro tentempié hasta que empecemos a llenar la barriga de isotónicos, geles, barritas, frutas, frutos secos...
Nos encontramos con Antonio Morales, vecino de Mataró de toda la vida y residente en Bellvís, a 40 minutos de Àger, reprimenda por no habernos quedado a dormir en su casa...que buen tipo!
Media hora después, con todo ya preparado salimos a buscar la Colegiata, lugar desde donde da comienzo la Ultra y la Marató del Montsec, la niebla todavía merodea el pueblo, y esperando la salida paso un poco de frío, sólo espero que sea el fresco de la mañana, porque si con algo no cuento es con temperaturas bajas en carrera.
Con Antonio Morales antes de la salida
Hacemos alguna foto de última hora y con la familia en mente nos dirigimos al arco de salida, respiración honda, mirada cómplice con Jose y a la octava campanada de la Colegiata todos en marcha!
Los primeros 9 kilómetros son de retener bastante el ritmo, poco desnivel, pista ancha y muchas ganas son un peligro y hay que evitar correr mucho, llegamos al primer avituallamiento (58:34) cantamos el numero de dorsal y seguimos...
Los siguientes 11 kilómetros ya vienen con 500 metros positivos, una primera subida que nos regala a la vista el primer paisaje espectacular con un mar de nubes en plena montaña.
Pasamos por el Congost de Mont-Rebei (se merece una excursión en familia que pronto haremos) y llegamos al Pont Penjat (2:21:16). Acto seguido nos esperan los puntos de Alsamora y Coll d'Ares, 15 kilómetros y +1420m que nos ponen firmes a todos y hace la primera selección, aún compartimos carrera con la maratón y vamos avanzando corredores sin forzar el ritmo, ni siquiera hemos llegado al ecuador de la carrera y hay que guardar la ropa...
Llegamos a Coll d'Ares (4:56:23), aquí nos despedimos de la maratón y nos cantan la posición tercero y cuarto de la Ultra! "Has escuchado Sergi?, no Jose, no quiero escucharlo!"
Este es quizás el único tramo de la carrera donde se ha hecho notar el calor, vamos solos, sin poder atisbar al segundo y mucho menos al primero, que ya lleva mucha ventaja acumulada. De Coll d'Ares a Coll de St Miquel nos espera un primer tramo de recuperación para acto seguido atacar un desnivel de -988m con mucha piedra suelta, aquí mi cuerpo da de bruces contra el suelo, nada importarte, solo el golpe y alguna magulladura, Jose tiene que aguantar el primero de mis enfados. "por dios cuando se acaba la maldita bajada!".
Coll de St. Miquel (6:27:41) es el quinto control, nos proveemos de agua y aquarius y damos buena cuenta de la sandia, nos dicen que el segundo nos ha visto, que lo tenemos a tiro, pero nosotros a lo nuestro.
Los próximos diez kilómetros son de tregua, cosa que nuestras piernas agradecen, aunque a ratos nos hemos de llamar la atención para no pasarnos de la raya, sin mucha alegría ya que pasamos los 2700 metros positivos y la cosa no esta para tirar cohetes.
Llegamos a Llac Terradets a las cuatro y media de la tarde, algo descentrados, no nos cuadran los kilómetros, vamos sin agua en los botellines y no llegamos nunca al sexto control, para compensar el desconcierto aquí se hace el avituallamiento sólido y tenemos la bolsa de recambio, nos va genial para arreglarnos los pies (las ampollas hacen acto de presencia, sobre todo se han cebado con Jose que tiene la planta del pie derecho hecha un poema!), calcetines limpios, plato de pasta y otra vez a correr, el segundo clasificado estaba en el avituallamiento cuando hemos llegado, y por detrás han llegado el 5º, que apenas a parado y ha salido como una exhalación y el 6º que dejamos atrás.
Ahora toca afrontar el Tourmalet de la Ultra, aquí se decide quien acaba y quien no, 10 kilómetros y casi 1100 de desnivel positivo con unas cien curvas (no es broma) tras mas de 10 horas de carrera pasan factura, hay momentos para todo, hemos sufrido subiendo, los silencios nos delataban, pero también hemos reído, alguna broma nos ponía otra vez las pilas, y así llegamos al septimo control en Miralpallars, han sido 2h20', sorprendemos al segundo y tercer clasificado en el avituallamiento, y en cuanto nos ven corren como si hubieran visto al diablo!
Aquí nos atiende David Carrasco (Kako), corredor de montaña recién llegado del Tor des Geants (352 km, +25000m en 91 horas), intercambiamos unas palabras con él, nos avituallamos y iniciamos un descenso de mas de 700 metros, los dos corredores que van delante vuelan bajando, nosotros no queremos sorpresas desagradables y vamos a asegurar llegar abajo de una pieza, así llegamos a Ermita St. Sebastià, noveno control, mas de once horas y media de carrera, pero un sandwich de nutella que nos da la vida nos pone en marcha, empieza a caer el sol, nos colocamos el frontal y vamos buscando ya el km 84, ahora tocamos pista, las piernas ya van solas, la fatiga y el cansancio están, pero el cuerpo no lo nota y van cayendo los kilómetros, poco antes de las 13 horas de carrera llegamos al control numero 10, un vaso de caldo para meter algo caliente al cuerpo (la verdad es que estaba hirviendo), un voluntario que nos dice que la meta está en el km 108 (casi me da un patatus) y salimos en estampida antes de que nos den mas malas noticias.
La noche ya es cerrada y el camino es mas agreste, llegamos a un punto donde nos paramos en seco, no hay señales, solo un zona de tierra, parecida a un cultivo sin señal de cintas por ningún sitio, cada uno por un lado buscamos: "Jose! es por aquí!", madre mía, que mal me oriento, las señales son las del camino que acabamos de hacer, Jose se parte de la risa (si Angel estuviera aquí me mataba) y así encuentra las cintas en la tierra, hay que atravesar campo a través, ahora ya no es muy agradable correr, esta ultima parte se me esta atravesando, Jose física y mentalmente es muy fuerte, con los pies en un estado lamentable sigue adelante sin soltar una queja, yo en cambio parezco un crío, todo me molesta.
En poco mas de dos horas llegamos a un pueblo, ilusos nosotros pensamos que es Àger, incluso en un atisbo de alucinación mental pasajera vemos la Colegiata, "Sergi llama a Ana y dile que ya llegamos!", me espero a comprobar que estamos en Àger, y buscando otra vez la cinta a seguir me topo con una señal a la entrada del pueblo: ATMELLA DEL MONTSEC, ya no sabemos si reír, llorar, gritar... a la salida del pueblo encontramos el último control, le contamos la anécdota, al menos les parece divertida, nos quedan los últimos siete kilómetros de carrera y nos parece un mundo!
Cincuenta minutos nos separan de Ana, de Mari, de Hugo... 50 minutos intentando no perder los nervios, las cintas no aparecen, algunas parecen medio arrancadas, la noche y la fatiga hacen mella, pero que tipo de desaprensivo se dedica a quitar las señales del camino?
Al final todo llega, de repente estamos bordeando el camping donde está situada la meta, intento llamar a Ana para decirle que ya llegamos, pero la tengo delante, a escasos metros, con Hugo, con los ojos abiertos como platos, esperando pacientemente a que su padre llegue, acaba de terminar una locura, bendita locura! Le doy un beso a Ana y cojo a Hugo de la mano sin perder de vista a Jose, abrazado por Mari. Entramos los tres a meta, Antonio nos esta esperando, os dije que era un buen tipo?
Jose entró cuarto de la general en 15h40'11 siendo segundo de su categoria (vet-1)
Sergi entró quinto de la general en 15h40'13 siendo tercero de su categoria (senior)
Comentarios
Lo que habeis conseguido José y tu es fantástico, muchas gracias por el relato y por las fotos, ha sido muy buena idea.
Ahora a recuperarse y a por Burriac.
Kms.
David
A ver si te va a picar el gusanillo de la montaña...
Un saludo
Sergi