SATISFACCIÓN (1ªparte)
Ya han pasado casi dos días desde que llegamos de Megève y cada vez estoy más satisfecho del reto conseguido. Ha sido un fin de semana largo e intenso. El viernes a las 9 de la mañana empezamos la aventura y después de 7 horas de coche llegamos a destino. El hotel era una casita de madera típica de montaña, guapísimo y acogedor. Compartimos habitación Eric, Cuco y yo. El sábado, después de un impresionante desayuno tipo ciclista ( o sea, de todo), salimos a rodar una horita para soltar las piernas, pero como estamos en los Alpes, es difícil no hacer subidas. Una hora y 27 kms. después llegamos al hotel. Ducha y a ver pasar a los ciclistas que están disputando la Dauphiné-Liberé. El tramo que vamos a ver es la bajada del Col des Aravis, justo por donde bajaremos nosotros al día siguiente. Es impresionante ver bajar a los profesionales, mezclados entre los coches de los equipos a una velocidad que podríamos catalogar de temeraria. Y llega el domingo, 6 de la mañana y bajamos a desayunar (si, si, de ciclista). La salida es a las 8h. 30' en un pueblo que dista 12 kms. de Megève. Vamos abrigados por que el termómetro marca 11º. La ropa que sobra nos la devolverá la organización ( perfecta, por cierto) a la llegada. Y arrancamos. Estamos en la primera ola de corredores ya que Eric se ha encargado de ello. De golpe nos empiezan a pasar por todos los lados. Y no sólo hombres, pues hay mujeres que van como fieras. Sin darnos cuenta Eric y yo vamos a 40 por hora como si nada, y en 25' ya estamos a pie del Col de la Colombière. Y aquí empieza la tortura...
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Jordi Martí