Maratón de Valencia 2012
El comedor abre a las 6:30 para aquellos que vamos a participar en la carrera, desayuno bien y me tomo mi tiempo, regreso a la habitación a descansar y a las ocho me despido de Ana y de Hugo, tengo cinco minutos del hotel hasta la zona de salida, y aun llegando pronto, ya hay mucho trafico de gente dejando las mochilas y calentado. Me cambio rápido y voy a calentar, unos minutos de trote suave, estiramientos y me dirijo con tiempo hacia el segundo cajón de salida, voy tranquilo y me posiciono en la parte delantera, detrás de la cinta. La climatología esta de nuestro lado, y unos 16 grados de temperatura son ideales para correr.
Este tiempo de espera me va bien para mentalizarme y buscar pensamientos positivos, mientras, el director de la carrera, micrófono en mano regala a nuestros oídos frases épicas que hacen aumentar nuestras ganas de correr. Poco mas de un minuto antes que nosotros da comienzo la carrera de silla de ruedas, ellos si que son héroes, un ejemplo a seguir. A partir de aquí son solo unos instantes para dar comienzo a nuestra carrera, concentrados con el crono a punto de poner en marcha, explotan los petardos de algún cohete tirado (supongo) por la organización, y aquí la confusión mas grande que yo he vivido en unas cuantas carreras que ya llevo, los primeros corredores salen pensando que ya empieza la maratón, detrás vamos 9000 mas, para segundos después ser parados por los jueces, salida anulada!
A partir de aquí la complejidad de hacer retroceder a miles de personas que solo piensan en avanzar, en correr, y no en recular unos metros hasta quedar literalmente unos encima de otros esperando a que den la salida buena, mientras, los corredores de los 10 km observan atónitos el espectáculo, su salida se a dado por buena, la espectacular foto del año anterior con los dos carriles del puente llenos de corredores no será posible.
Con seis eternos minutos de retraso se da el ok y cruzamos el puente Monteolivete en dirección a la glorieta de Europa, paseo Alameda y hacia el puerto, unos primeros kilómetros un poco grises (que luego resultarán ser los últimos) nos llevan al paso por el primer 5000 en 19:08, intento encontrar mi sitio en la carrera y un ritmo cómodo, empezamos a callejear un poco y antes de entrar en el centro de la ciudad el km 10 me marca 38:51, aquí Ana y Hugo me esperan y me llegan sus ánimos. Cinco kilómetros por el centro de la ciudad pasan volando ya que son para mi los mas bonitos de la carrera, el 15 queda atrás en 58:10 y nos alejamos para correr por avenidas largas y aburridas que hacen sumar metros y aburrimiento a la vez, y así pasamos por la media maratón en 1:22:25, el tiempo de paso es optimo para ir en busca de hacer la siguiente media mas rápida, me encuentro confiado y con ganas, y con esa premisa sigo avanzando, un paso tras otro, adelantando corredores que pagan el exceso. Seguimos por esas avenidas larguísimas, el 25 en 1:27:37 con el objetivo de alcanzar el km 30 (1:56:54), este punto es importante psicológicamente, el tiempo de paso me anima, pero acercándome al 35 el cansancio empieza a hacer mella, ya son 2:16:18 y volvemos a la zona gris del puerto, con el handicap de ya saber lo que nos queda, y aquí llegan los momentos mas difíciles, mantengo el ritmo pero la lucha cuerpo-mente es brutal, intento ir poco a poco, pasito a pasito, no pensar mucho...vuelvo a ver la Ciudad de las Artes y se que ya lo tengo, kilómetro 40 en 2:35:46, un calculo rápido y voy para hacer marca, vamos!
Este tiempo de espera me va bien para mentalizarme y buscar pensamientos positivos, mientras, el director de la carrera, micrófono en mano regala a nuestros oídos frases épicas que hacen aumentar nuestras ganas de correr. Poco mas de un minuto antes que nosotros da comienzo la carrera de silla de ruedas, ellos si que son héroes, un ejemplo a seguir. A partir de aquí son solo unos instantes para dar comienzo a nuestra carrera, concentrados con el crono a punto de poner en marcha, explotan los petardos de algún cohete tirado (supongo) por la organización, y aquí la confusión mas grande que yo he vivido en unas cuantas carreras que ya llevo, los primeros corredores salen pensando que ya empieza la maratón, detrás vamos 9000 mas, para segundos después ser parados por los jueces, salida anulada!
A partir de aquí la complejidad de hacer retroceder a miles de personas que solo piensan en avanzar, en correr, y no en recular unos metros hasta quedar literalmente unos encima de otros esperando a que den la salida buena, mientras, los corredores de los 10 km observan atónitos el espectáculo, su salida se a dado por buena, la espectacular foto del año anterior con los dos carriles del puente llenos de corredores no será posible.
Con seis eternos minutos de retraso se da el ok y cruzamos el puente Monteolivete en dirección a la glorieta de Europa, paseo Alameda y hacia el puerto, unos primeros kilómetros un poco grises (que luego resultarán ser los últimos) nos llevan al paso por el primer 5000 en 19:08, intento encontrar mi sitio en la carrera y un ritmo cómodo, empezamos a callejear un poco y antes de entrar en el centro de la ciudad el km 10 me marca 38:51, aquí Ana y Hugo me esperan y me llegan sus ánimos. Cinco kilómetros por el centro de la ciudad pasan volando ya que son para mi los mas bonitos de la carrera, el 15 queda atrás en 58:10 y nos alejamos para correr por avenidas largas y aburridas que hacen sumar metros y aburrimiento a la vez, y así pasamos por la media maratón en 1:22:25, el tiempo de paso es optimo para ir en busca de hacer la siguiente media mas rápida, me encuentro confiado y con ganas, y con esa premisa sigo avanzando, un paso tras otro, adelantando corredores que pagan el exceso. Seguimos por esas avenidas larguísimas, el 25 en 1:27:37 con el objetivo de alcanzar el km 30 (1:56:54), este punto es importante psicológicamente, el tiempo de paso me anima, pero acercándome al 35 el cansancio empieza a hacer mella, ya son 2:16:18 y volvemos a la zona gris del puerto, con el handicap de ya saber lo que nos queda, y aquí llegan los momentos mas difíciles, mantengo el ritmo pero la lucha cuerpo-mente es brutal, intento ir poco a poco, pasito a pasito, no pensar mucho...vuelvo a ver la Ciudad de las Artes y se que ya lo tengo, kilómetro 40 en 2:35:46, un calculo rápido y voy para hacer marca, vamos!
El esfuerzo vale la pena, Ana y Hugo me esperan al lado de la pasarela de llegada, me da tiempo a darles un beso mas que merecido (que menos) y apretar hacia meta encontrando el premio, 2:44:06. Antes de recoger la medalla y intentando recuperar el aliento paso unos segundos malos, de desplome, como si quisiera romper a llorar sin lograr conseguirlo, nunca me había pasado, quizás es el peaje de tantas horas de esfuerzo, madrugones, y algo de presión añadida.
Me quedo con el fin de semana en familia, el haber podido hacer la segunda media mas rápida que la primera (1:22:25/1:21:41), la anécdota (lo dejo así) de la salida, y lo bonito del casco viejo de Valencia.
Gracias a todos los que me habéis animado, he sido un poco pesado con el tema del cansancio, malas sensaciones...pero era como me sentía.
Y sobre todo gracias a la familia, el ambiente familiar en estos eventos es espectacular, y para mi es muy especial vivirlo con la mia, saber que estan esperandome en meta es algo que no se puede explicar, se ha de vivir, mil gracias.
Sergi
vídeo de la salida
PD: El arroz de la paella-party buenísimo! va por ti Jordi...
Comentarios
Muy curioso el vídeo de salida.
Felicidades por tu récord.
el video de la salida es para guardar...
Jaume Planas