EJEMPLO DE SUPERACIÓN
He encontrado esta historia en la contraportada de un periodico, creo que es un ejemplo para todos y queria compartirla con vosotros:
Hay dramas que convierten cualquier problema cotidiano en una insignificancia cuando se entra en odiosas comparaciones. Hay maneras de afrontar estos problemas que merecen el aplauso unánime. Y quizá sea Jane Tomlinson el mejor ejemplo de cómo encarar las cosas, por duras que sean, con la cabeza alta y una sonrisa en los labios.
Hace siete años esta inglesa nacida en Wakefield (West Yorkshire) no podía considerarse una deportista de elite. Pero a partir de entonces sí lo fue, y de qué manera. Para conocer el origen de esta metamorfosis hay que remontarse a 1990, cuando Tomlinson contaba con 26 años y era una enfermera en camino de convertirse en radióloga. Se le diagnosticó un cáncer de pecho y se le practicó una mastectomía esperando haber erradicado el mal.
Diez años más tarde, en 2000, la enfermedad volvió a enseñar los dientes de un modo devastador tras largo tiempo escondida. Jane tenía metástasis irreparables en pulmones y huesos y los médicos le dieron seis meses de vida. Fue entonces cuando esta Madre Coraje, enferma terminal, decidió que no se rendiría sin luchar. Lo que ni siquiera ella intuía es cuán tenaz sería su resistencia, tanto que aquellos seis meses acabaron convirtiéndose en siete años, en los que acuñó su propia leyenda de mujer sin límites.
Jane Tomlinson emprendió un increíble programa de ejercicio físico; sólo pretendía disfrutar del tiempo que le quedaba, pero llegó muchísimo más allá de lo concebible. Su primera carrera la disputó en mayo de 2001, la Race for Life, de 5 kms. de distancia. La terminó sin problemas. Fue incrementando su ritmo hasta que sus competiciones derivaron en proezas: disputó tres veces la maratón de Londres, convirtiéndose en la primera enferma terminal capaz de terminarla, e hizo lo propio en la maratón de Nueva York. En 2003 recorrió Gran Bretaña de norte a sur, desde el septentrión de John O'Groats hasta el meridión de Lands End.
Obviamente captó la atención de los medios de comunicación, así que aprovechó su tirón mediático para, a través de donaciones y patrocinadores, recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, que hoy ascienden a unos nada despreciables 1,9 millones de euros. Pese a someterse a devastadoras sesiones de quimioterapia, que combinadas con las drogas que tomaba como tratamiento le provocaron una insuficiencia cardíaca crónica, siguió porfiando: en 2004, y junto a su hermano Luke, fue desde Roma hasta Leeds, su ciudad de residencia, en bicicleta, ascendiendo varias cimas míticas del Tour de Francia, entre ellas el Mont Ventoux, durante 36 días.
Sin embargo, quizá su hazaña más increíble fue, también en 2004, terminar el Ironman de Florida, una prueba de tal dureza (3,8 kms. de natación, 180 kms. en bicicleta y una maratón –42,195 km.– corriendo) que ni siquiera una persona sana y perfectamente entrenada tiene garantías de poder finalizar. Ella lo hizo antes del límite de 17 horas establecido por la organización: cruzó la meta, exhausta, en 15h.48'32", "Puedo decir con placer que no tengo previsto nada más después de esto. Era la última cosa que quería hacer", comentó Tomlinson tras acabar su Ironman. Tal demostración de fuerza de voluntad le supuso el galardón de 'Mujer del Año' en Gran Bretaña, ex-aequo con la alteta Kelly Holmes, doble campeona olímpica de 800 y 1.500 m. en los Juegos de Atenas.
Su última gesta fue asimismo mayúscula: el pasado año atravesó Estados Unidos de oeste a este en bicicleta, desde San Francisco a Nueva York, en un trayecto de 6.780 kms. que le llevó nueve semanas. El lunes pasado, 3 de septiembre de 2007, el cáncer reclamó al fin su escurridizo trofeo. Jane Tomlinson se marchó en paz a los 43 años dejando un marido, tres hijos, una nieta y una herencia ejemplar de tesón y fortaleza.
Hace siete años esta inglesa nacida en Wakefield (West Yorkshire) no podía considerarse una deportista de elite. Pero a partir de entonces sí lo fue, y de qué manera. Para conocer el origen de esta metamorfosis hay que remontarse a 1990, cuando Tomlinson contaba con 26 años y era una enfermera en camino de convertirse en radióloga. Se le diagnosticó un cáncer de pecho y se le practicó una mastectomía esperando haber erradicado el mal.
Diez años más tarde, en 2000, la enfermedad volvió a enseñar los dientes de un modo devastador tras largo tiempo escondida. Jane tenía metástasis irreparables en pulmones y huesos y los médicos le dieron seis meses de vida. Fue entonces cuando esta Madre Coraje, enferma terminal, decidió que no se rendiría sin luchar. Lo que ni siquiera ella intuía es cuán tenaz sería su resistencia, tanto que aquellos seis meses acabaron convirtiéndose en siete años, en los que acuñó su propia leyenda de mujer sin límites.
Jane Tomlinson emprendió un increíble programa de ejercicio físico; sólo pretendía disfrutar del tiempo que le quedaba, pero llegó muchísimo más allá de lo concebible. Su primera carrera la disputó en mayo de 2001, la Race for Life, de 5 kms. de distancia. La terminó sin problemas. Fue incrementando su ritmo hasta que sus competiciones derivaron en proezas: disputó tres veces la maratón de Londres, convirtiéndose en la primera enferma terminal capaz de terminarla, e hizo lo propio en la maratón de Nueva York. En 2003 recorrió Gran Bretaña de norte a sur, desde el septentrión de John O'Groats hasta el meridión de Lands End.
Obviamente captó la atención de los medios de comunicación, así que aprovechó su tirón mediático para, a través de donaciones y patrocinadores, recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, que hoy ascienden a unos nada despreciables 1,9 millones de euros. Pese a someterse a devastadoras sesiones de quimioterapia, que combinadas con las drogas que tomaba como tratamiento le provocaron una insuficiencia cardíaca crónica, siguió porfiando: en 2004, y junto a su hermano Luke, fue desde Roma hasta Leeds, su ciudad de residencia, en bicicleta, ascendiendo varias cimas míticas del Tour de Francia, entre ellas el Mont Ventoux, durante 36 días.
Sin embargo, quizá su hazaña más increíble fue, también en 2004, terminar el Ironman de Florida, una prueba de tal dureza (3,8 kms. de natación, 180 kms. en bicicleta y una maratón –42,195 km.– corriendo) que ni siquiera una persona sana y perfectamente entrenada tiene garantías de poder finalizar. Ella lo hizo antes del límite de 17 horas establecido por la organización: cruzó la meta, exhausta, en 15h.48'32", "Puedo decir con placer que no tengo previsto nada más después de esto. Era la última cosa que quería hacer", comentó Tomlinson tras acabar su Ironman. Tal demostración de fuerza de voluntad le supuso el galardón de 'Mujer del Año' en Gran Bretaña, ex-aequo con la alteta Kelly Holmes, doble campeona olímpica de 800 y 1.500 m. en los Juegos de Atenas.
Su última gesta fue asimismo mayúscula: el pasado año atravesó Estados Unidos de oeste a este en bicicleta, desde San Francisco a Nueva York, en un trayecto de 6.780 kms. que le llevó nueve semanas. El lunes pasado, 3 de septiembre de 2007, el cáncer reclamó al fin su escurridizo trofeo. Jane Tomlinson se marchó en paz a los 43 años dejando un marido, tres hijos, una nieta y una herencia ejemplar de tesón y fortaleza.
Gordon Brown, Primer Ministro británico, la ha descrito como "una inspiración para millones de personas en el mundo". Su tenacidad para enfrentarse a la enfermedad, su fuerza y su espíritu de lucha serán una inspiración diaria para los que tratan también de combatir el cáncer. En palabras del político británico, "toda Gran Bretaña la recordará y se sentirá triste por su pérdida".
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